En base a descubrir tu objetivo principal, que debe ser una declaración simple – con mucho poder de fondo- debe ser el motor de tu negocio, y vida. Después pasaremos a la planeación estratégica: cómo conseguirlo, qué debo dejar atrás para enfocarme en lo importante; con una sistematización de negocio podremos cuantificar el proceso justo para alcanzar tus metas.
Después entra tu promesa de marca que son una base para construir tu negocio a tu manera, no dejar que alguien más lo haga por ti. Siempre apegarte a tus valores, es la única manera de crecer, y cómo pondrás a tu empresa en el mapa.